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Mons. Aníbal Nieto Guerra, OCD - Obispo de San Jacinto 

Monseñor Aníbal Nieto Guerra, OCD
Obispo de San Jacinto 

Los Obispo son los legítimos sucesores de los Apóstoles, puestos por el Espíritu Santo para enseñar, gobernar y santificar a los fieles de las diócesis, bajo la autoridad del Papa. El Obispo es el Vicario de Cristo en la diócesis, es decir el que hace las veces de Cristo Pastor y Siervo de la Iglesia. Cada Obispo es el principio y fundamento visible de unidad de sus Iglesias particulares; él garantiza en cada diócesis la unidad de la fe, la unidad del culto y la unidad de gobierno. A su vez la unidad con la Iglesia universal en comunión con el Romano Pontífice.

Los Obispos, ayudados por los presbíteros, sus colaboradores, y por los diáconos, tienen la misión de enseñar auténticamente la fe, de celebrar el culto divino “La Santa Eucaristía” y dirigir a su Iglesia como verdaderos pastores.

El Santo Padre Benedicto XVI al constituir la nueva Diócesis de San Jacinto, al mismo tiempo ha nombrado el día 6 de Octubre de 2009 al Excmo. Monseñor Aníbal Nieto Guerra, O.C.D, primer Obispo de la misma circunscripción eclesiástica, de la que tomó solemne posesión el 27 de febrero de 2010 en la Catedral San Jacinto de Yaguachi anteriormente conocida como Basílica Menor de la ciudad de Yaguachi.

Nació en España en Fermoselle (Diócesis de Provincia de Zamora) entre Portugal y España, el 23 de febrero de 1949. Proviene de una familia de cuatro hermanos: dos varones y dos mujeres; su niñez la pasó en Asturias y desde entonces quiso ser sacerdote carmelita para poder servir a la sociedad a través del amor de Dios. A sus quince años, en 1964, ingresó en el noviciado de la Orden de Carmelitas Descalzos, en Burgos – España, vistiendo así su hábito carmelitano en el año 1965, y a la edad de dieciocho años, en 1967 emitió su primera profesión de votos religiosos. Finalmente su profesión solemne como Religioso Carmelita la emitió a sus 26 años, en 1975 en Quevedo, obteniendo el título en Pedagogía musical. Después de su profesión solemne fue destinado a la misión carmelita de Sucumbíos, en el Oriente ecuatoriano.

El 22 de noviembre de 1975 llegó al Ecuador y permaneció en Sucumbíos por un período de tres años. Desde allí fue enviado a Quito al Seminario Mayor “San José”, y desde 1978 a 1983 cursó sus estudios filosóficos y teológicos en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Su ordenación sacerdotal fue el 8 de agosto de 1982, a la edad de 33 años. Su vida sacerdotal se ha desarrollado en la ciudad de Guayaquil, con excepción de los períodos de Sucumbíos, Quito (1983-1986) y Cuenca (1989-1991). Se ha desempeñado como párroco en varios lugares de 1983 a 2006, año éste en que el Santo Padre Benedicto XVI lo nombró el 10 de junio de 2006 Obispo titular de Tuscania y auxiliar de la Arquidiócesis de
Guayaquil, recibiendo la Ordenación Episcopal el 22 de julio del mismo año. Siendo Obispo auxiliar tenía encomendadas la Vicaría Norte y la Vicaría de Daule- Balzar; era el responsable de la Pastoral de Liturgia, de la Vida Consagrada y de la Caridad. En la Conferencia Episcopal Ecuatoriana era miembro de la Comisión Episcopal de Liturgia.

El nuevo Obispo de San Jacinto  cuenta con una larga experiencia en Ecuador. Ha desempeñado el ministerio sacerdotal como párroco; durante tres años fue Consejero de su Orden en Ecuador; durante dos trienios fue Superior de la comunidad carmelita de Guayaquil: miembro del Consejo presbiteral; confesor en monasterios de monjas carmelitas; director espiritual en el Seminario Mayor de Guayaquil; Arcipreste de la zona norte “María Madre de la Iglesia”.

Debemos destacar su inmensa labor pastoral en la Parroquia “San Judas Tadeo”, ubicada en la Ciudadela Miraflores, de la ciudad de Guayaquil. Es fundador de los grupos de oración contemplativa en Guayaquil, los cuales ya había iniciado en Quito en el año 1981, en la parroquia El Carmelo del Inca. Monseñor Aníbal Nieto ha ayudado a numerosas personas a vivir la experiencia feliz de la oración contemplativa por medio de sus libros, entre los cuales podemos citar: “Encuentros de oración con Teresa de Jesús” (5ta. Edición), “Orar desde el sufrimiento” 83era. Edición) y “Orar en todo momento”, (1era. Edición) y su CD “Canciones y Plegarias”.

La contemplación plasmada en los libros escritos por Mons. Aníbal Nieto se tradujo en acción social por medio del Dispensario San Judas Tadeo, que presta atención a miles de personas necesitadas. El objetivo primordial y que lo impulsa hasta la actualidad, es servir a los más necesitados, lo que “se consigue poniéndose en los pies del otro y sintiendo el dolor humano”. Nuestro actual Obispo es un fiel hijo de la espiritualidad de Santa Teresa de Ávila, como sacerdote es admirable por la unción y sabiduría de sus homilías y por el calor sincero de su amistad, un eterno e incansable trabajador de la viña del Señor, que no busca tiempo para descansar.

Su lema episcopal “NIHIL SINE TE – (Nada sin Ti)”.
Comprometámonos a ver siempre a nuestro Obispo con ojos de fe, como el Vicario de Cristo en la Diócesis, y a cumplir el antiguo adagio cristiano: “Que nadie haga al margen del obispo nada en lo que atañe a la Iglesia. (San Ignacio de Antioquía).